En los últimos 4 años, los que estamos en el quehacer de la administración de personas en Chile, hemos visto cómo un nuevo concepto se hace parte de las normas, el concepto de que la Psiquis (la salud mental) y las Relaciones Interpersonales del Trabajador son también parte de su salud laboral, por lo cual ahora toda empresa debe implementar un Protocolo de Prevención de RIESGOS PSICOSOCIALES en el trabajo.
Siguiendo la lógica de la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Ocupacionales, las empresas proveen a sus trabajadores de los EPP = Elementos de Protección Personal, que por su parte los trabajadores se comprometen a utilizar responsablemente.
En la tradicional forma de entender la salud laboral, los EPP han sido generalmente objetos que protegen la estructura física del cuerpo: Huesos, Piel, Ojos, Oídos, etc. En este nuevo entendimiento del Riesgo Psicosocial, se nos hace necesario innovar y crear un nuevo EPP: Elemento de Protección Psicosocial.
En Masvale Consultores desde la puesta en marcha del Protocolo de Prevención de Riesgo Psicosocial en el Trabajo, hemos desarrollado los EPP o Elementos de Protección Psicosocial que permitirán a cada empresa y trabajador abordar la vida laboral de una manera saludable y protegida.
Silogice: el lenguaje tiene directa relación con la Salud, la Efectividad y la Productividad personal.
Es una herramienta de transformación personal a través de la modificación de los hábitos de lenguaje, entendiendo por lenguaje tanto lo comunicado verbalmente como la comunicación corporal y paraverbal. Silogice tiene como principio fundamental el uso del lenguaje como generador de emociones y consecuentemente, acciones, que afectan la mente, el cuerpo y las relaciones con los demás, es decir, el lenguaje tiene una relación directa con la Salud.
Silogice: Los tres Hábitos de Lenguaje de la Salud y Efectividad Personal.
Lenguaje Positivo. EPP = En Palabras Positivas
Desarrollar un hábito de lenguaje positivo genera las emociones necesarias para movilizar acciones efectivas y a la vez saludables. Cada frase u oración que expresamos puede generar movimiento propio o en los demás, apuntando al objetivo y al ahorro energético mediante el control del Stress. Cuando ejercemos el rol de líderes de un equipo Podemos decir «Estimados colegas si logramos esta meta mejoraremos nuestro valor profesional individual y aseguraremos nuestro éxito como empresa» en vez de decir «Si no logramos la meta fracasaremos y tendremos altas probabilidades de quebrar». En ambos casos el contenido del mensaje parece ser el mismo. Lo que cambia en cada caso, es la efectividad que lograremos, es decir, las personas que escuchan el mensaje se moverán con precisión hacia el objetivo o se paralizarán por el miedo, actuando con un mayor nivel de error, accidentabilidad, agotamiento por estrés y en muchos casos, buscando la manera de «abandonar el buque»
Lenguaje Responsable. EPP = En Primera Persona
El sujeto de nuestras oraciones en muchos casos es un «Otro», que es descrito en nuestros mensajes como responsable de nuestros resultados. «Llegué tarde porque había taco», «Hice mal el trabajo porque me entregaron datos erróneos». Esta constante nos deja en un estado de «al vaivén de las olas» es decir, sin manejo de nuestros resultados, de nuestra efectividad.
El hábito de lenguaje responsable nos conduce a tener una mayor confianza en el logro de resultados, a discurrir nuevas alternativas para lograrlos y a tener una mayor tranquilidad de vida, ya que nuestra vida está «en nuestras manos». Transformar este hábito exige una alta introspección y a la vez, nos proporciona grandes satisfacciones y logros personales y grupales. Un ejemplo de esto es habituarnos a decir(nos) mensajes como «Hoy llegué tarde porque salí en un horario inadecuado», lo cual genera primero una emoción de control, seguridad, y en segundo lugar, nos estimula a encontrar soluciones «mañana saldré 15 minutos antes», «dejaré preparados mis materiales en la noche para ganar tiempo», «revisaré los datos recibidos y pediré verificar», etc.
Lenguaje Integrador. EPP = En Pos de la Pertenencia
Las premisas que llevamos dentro sobre lo adecuado, inadecuado, correcto o incorrecto, son la base inconsciente a veces, de los juicios que emitimos, es decir, de las conclusiones que sacamos frente a los hechos. Estos juicios nos mantienen integrados, pertenecientes al equipo y nos permiten mantener relaciones saludables.
Imagina que vas de visita a un país donde el saludo entre personas se manifiesta mediante una leve reverencia o flexión del cuello y cintura, con las manos a los lados. Ahora imagina que tú, bajo tu costumbre, tiendes tu mano para saludar (a la manera de tu país), y quedas «con la mano estirada» sin una respuesta de tu interlocutor.
Tus deducciones a partir de este hecho, pueden ser muchas,
Si eliges pensar lo siguiente: «Esta persona está siendo irrespetuosa», «¡que falta de amabilidad!», vas a pasar probablemente un mal rato, te sentirás enojado, triste, o tendrás una emoción que no te será cómoda.
Esa elección, esa decisión tuya, que despertó emociones en tu cerebro, tiene repercusiones inmediatas sobre tus actos, es distinto saludar con agrado a saludar con molestia. Hay músculos del rostro cuyo movimiento es involuntario y se activan al sentir ciertas emociones. Esos mensajes que enviamos pueden facilitarnos el lograr alianzas, negocios, cooperación, vender, obtener un buen precio, y en general, a socializar o Pertenecer Positivamente. Por ello, nuestra efectividad social será alta en tanto eduquemos nuestros juicios o pensamientos.