Por Lesly Medina Frecuentemente tengo una fascinación por las expresiones latinas. Más aún cuando logro aplicar a mi propia vida todo el significado que encierran. Ahora que vivo la experiencia Silogice recuerdo insistentemente aquella de “Mens sana in corpore sano”.
“Mente sana en cuerpo sano”. Me hace tanto sentido. Y no porque antes no supiera que un pensamiento positivo trae beneficios físicos al cuerpo. Eso lo sabía. Ahora, una cosa es conocer de algo y otra muy distinta es concientizarse de ese algo. Y en eso estoy, tomando real y plena conciencia de cómo lo que mi cuerpo expresa (léase lenguaje, emociones, enfermedades, relaciones poco positivas, etc.) delata lo que mi cerebro fabrica.
Y antes de seguirles contando sobre cómo estoy viviendo mi proceso de Silogice, les cuento lo que es. Silogice es un método de coaching desarrollado por Masvale Consultores que entrega herramientas para lograr relaciones laborales y personales sanas y productivas.
¿Cómo funciona? La manera más fácil que encuentro para explicarlo es dividirlo en tres pasos y cada uno con tres elementos que son proporcionalmente vinculantes, las cuales he llamado “las tres tríadas del método Silogice”.
Pensamientos-emociones-acciones. Si pienso que perderé mi empleo mi cuerpo reacciona a ello con angustia, palpitaciones, y eso me hará (eventualmente) errático en el desempeño de mi trabajo. Todos los pensamientos tienen una conexión directa con las emociones que experimento, y a su vez eso deriva en acciones. Mi reto es prestar atención a los tipos de pensamientos que genero (qué tan frecuente son los pensamientos negativos), qué emoción me producen y cómo concreto todo eso.
Lenguaje-cuerpo-gestos. El aprendizaje acá consiste en reconocer cómo es el lenguaje que uso, entender de dónde viene y reeducar la forma en que me comunico conmigo misma y con los otros. La tarea es sacar de mi repertorio los «no puedo», «no soy capaz», «no es posible» y cultivar frases positivas. Dejaré atrás expresiones como: “estoy bien, pero”, “…..” y las cambio por: “estoy bien, gracias».
Aprendizaje-desarrollo-hábito. La modificación de mis premisas de pensamiento, para generar nuevos pensamientos y generar emociones positivas. Las emociones beneficiosas, que se expresan a través de un lenguaje distinto desarrollan nuevas conexiones neuronales. Este nuevo aprendizaje se incorpora en mi cerebro, desarrollo nuevas conexiones o caminos de pensamiento, y cuando lo hago una y otra vez, se hace habitual. El proceso Silogice tiene como objetivo final que al integrar pensamientos sanos, usar un lenguaje positivo y comunicar positivamente, el cerebro desarrolle esa habilidad hasta convertirla en un hábito.
Ahora que conoces mi experiencia Silogice, te invito a vivir la experiencia del método, conducido por el Coach José Cuevas, donde se conoce detalladamente el proceso, las etapas y la forma en que beneficia las relaciones laborales y personales.